DISCOGRAFÍA QUEEN ("del menos bueno al más mejor")

 Sin prólogos medien vamos ya con "las instrucciones de uso"... Para esta nueva entrega de "la saga" y más concretamente:



El listado que sigue hace referencia ÚNICAMENTE a la obra de estudio de Queen con todos sus miembros en vida. No hay soundtracks sonrojantes, batiburrilos improvisados tras la defunción de Mercury ni, por supuesto, asome alguno de las tropelías varias cometidas por May y Taylor con el pasar de los años... Y con ello, albricias, nos ahorramos varios episodios completamente evitables, por supuesto. En contrapunto negativo, que eso también, se le niega la aparición a "Live Killers" en el Top de marras. Uno de los grandes directos rockeros de la historia, así en general, y un top-3 inamovible de la formación británica de haberse incluido en la verbena en cuestión. Sin más, y recordando la innegociable y autoconsciente subjetividad volitiva que rige, al tema... 


13. HOT SPACE/ 1982. Pobre "Hot space". Señalado, invariablemente, como su peor referencia de estudio de forma completamente lesiva e incompletista. Pues, desde luego, raramente se hace hincapié en su auténtico tamaño y mérito... Porque no es que sea únicamente el peor disco de Queen con evidente diferencia, no, que esto va mucho allá convirtiéndose, por derecho propio, en una de las mayores mierdas jamás editadas en soporte sonoro cualesquiera. Ya está bien de tan injustificado ninguneo histórico. Que tal nivelazo (emulando a la gran Rafaela: "si la vergüensa ajena fuese un disco...") no nos lo salva al fin ni Bowie ni la madre que parió a Mozart. 


12. A KIND OF MAGIC/ 1986. Siendo justos cabe admitir que sumando a la entrada con "One vision" (que destaca en el lote más por comparativas que por méritos propios) la parte final, con temas más acerados y rematados a su vez por la perla del disco (la tan hiperbólica como cojonuda "Princes of the universe" -lo único realmente destacable aquí y a qué engañarse-),se maquilla un poco el resultado en los minutos finales. Pero es que todo lo que queda en medio, ay... Ay, caray, incluso. De acuerdo que "Highlander" quería su balada épica y tal pero es que esto de "Who wants..." es más sobreafectado que el Mimosín recitando a Coelho. El tema que presta título es directamente insoportable sin más y, faltaría, "Friends wil be friends" es ya apología del garrulerío by the face (y, ya puestos, por si pensaba alguien que aquello tan infame de los "champiñons" lo había dejado todo dicho en esta dirección). Y ojo, está claro, lo que me haya dejado pues otra bosta bien maja también. Faltaría.


11. THE WORKS/ 1984. Qué sí, vale, están "Hammer to fall" e "It's a hard life". Pero entre que está la astracanada del "radio ga-ga" y el puto "me llamo Fermín" ("I want to break free", para los puristas), y que de entre el resto nada es que nos haga perder el sueño en exceso, "The works" (para mi al menos) se autocondena sin solución posible a perdurar como uno de sus trabajos más clara e indebatiblemente prescindibles. 


10. INNUENDO/ 1991. Sin ser superior (en su conjunto) al par que preceden, "Innuendo" se grangea su presencia en el "top-10 reinón" simple y llanamente por la barbaridad que le presta título. Sin más. Los otros singles son, por así decirlo, más discretos que la ilusión se destila del anuncio de una nueva reunión de vecinos. Y tampoco es que hallemos ningún tesoro escondido en forma de canción poco reconocida a reivindicar precisamente (esas tan presentes en los discos setenteros y que tanto pesan a la hora de ponderar a la formación como, para muchos, en justicia merece). En resumen, que esto no da más ya: una portada bien chula y un temón que más allá de ser "su último gran tema" es, igualmente, "uno de sus grandes temas" al margen de épocas y lugares. 
 

09. THE MIRACLE/ 1989. Bien recibido en su momento por ser la continuación convencional de "The Works" ("magic" es en defintiva un monstruo de retazos, tan soundtrack como "álbum tipo") y, al menos en esta casa, su trabajo post años dorados más conseguido... Aunque no exento de grandes irregularidades, claro. En lo peor, algo tan execrable como "Invisible man" (terrorismo auditivo directamente, no solo su peor canción sino uno de los puntos más bajos de la humanidad, así en su conjunto) a sumar, que es restar, un par de truños innombrables de aquí te espero en la cara B dignos del mismísimo "hot space". Superado ello, si se es capaz, sólo queda mirar al otro lado con el casio pt-1 machacón que casi se carga "Breakthru" y centrarse en un resto que, ahora sí, nos oscila desde lo funcional (-el doble combo de arranque con la macarrada de "Party" y su más rockera continuación del "Kashoggi's ship", o también, esta "Scandal" que es como un "radio ga ga" pero sin el tema de la vergüenza ajena de por medio-) hasta lo imprescindible (-el tan ornamentado tema titular o, sobretodo, esa gema cojonuda que es el cierre con "Was it all worth it"-)... Y lo que en medio quede. Milagro no, al fin y diáfano ello, pero mucho mejor que los tres precedentes y el que le sigue. 
 

08. A DAY AT THE RACES/ 1976. Por alguna razón siempre ha sido el que menos visito de sus discos setenteros. Eso por un lado. Por otro, ni me desentona ni estorba dentro de su batería de ocho discos de arranque que, por supuesto, configuran lo más necesario y memorable de su opus. Los singles son tremendos (la ultrasobada y plurirradiada "Somebody to love" con toda su pompa y grandilocuencia inclusive) y mantiene una cuota rockera bien interesante. Además, temas del calibre de "Long away" y "The millionaire waltz" son justo el tipo de cosas que convendría escuchar a los ninguneadores (oficiales o no y que son tropel) que, frecuentemente, decidieron en algún momento quedarse aparcados para siempre en los invariablemente incompletos "bestofes" de turno y sin intención de ir más allá. En verdad, únicamente el par de temas de despedida, notablemente inferiores y ejerciendo de indisimulable relleno, son lo único que estropea el plausible todo resultante. 


07. NEWS OF THE WORLD/ 1977. Las cartas boca arriba: detesto "We are the champions". Y lo hago desde mucho antes de ser motivo recurrente para celebraciones en los eventos deportivos mil. Por lo demás: para adelante oiga y sin problema asome. Hasta la chocarrada del "We will rock you" tiene su coña (sublimada hasta lo indecible desde su versión más cañera en directo sita en "Killers"). Los puntos culminantes con el trallazo "Sheer heart attack" -the song- o la magnifica "Spread your wings"aquí sí, en oposición a "races", encuentran eco en una dupla de conclusión con notaza... De hecho, "It's late" y "My melancholy blues" sean seguramente lo mejor del disco. Buen trabajo. 


06. THE GAME/ 1980. Y si en el anterior tenemos los "champions" aquí aparece el bajo discotequero de "Another one bites the dust" que, ay, fue el mayor éxito de la banda en no pocos puntos del orbe y que, por supuesto, precipita la peor etapa de la banda. En este caso tampoco es que me parezca lo puto peor pero, eso sí, me resulta algo muy menor, algo que no debiera haber pasado del tema simple pero resultón entre piezas más grandes que ya se había visto antes. Por suerte, lo magro está en un resto que funciona como un tiro. Las canciones de May y Taylor son algunas de sus respectivas mejores contribuciones a la banda, Deacon se exonera, en parte, del "dust" con "Need your loving tonight" y, sintetizando, la diversidad reinante le juega muy a favor a un disco que, además y por supuesto, termina con "Save me" nada menos. 


05. QUEEN II/ 1974. Vamos ya con los cinco predilectos que, aunque quede ello abierto a subjetividades varias como todo, en esta casa están más que perfectamente definidos. Y puede que eventualmente se me varien algunas ordenes y posiciones por fractales varios, ok, pero que son "estos cinco", para servidor, es asunto de mármoles y cimbrel (como cual es el primero... pero ya llegaremos a eso). Para el caso este "II", que suele recordarse como uno de los más reivindicables sino el que más. Y es que aunque nos enfrentemos a un arranque de disco más convencional, esta homogeneidad hard-rockera no le sienta en absoluto mal. Además, son buenas canciones que es lo que cuenta al fin y dan cierto empaque propio y diferenciable al álbum (aunque queda claro que Brian y Roger no son el otro tras el micro, a qué negar el sol). Por si poco fuera Mercury toma descaradamente el volante para el segundo acto y, por supuesto, el asunto se eleva considerablemente al abordar recuentos finales. Mucho más que el disco con la versión alargada de "Seven seas of Rhye", en cualquier caso. 


04. JAZZ/ 1978. Debilidad personal y, se admite, supongo que el mayor "intruso" para algunos conocedores y/o fans varios de la banda que puedan caer, aposta o accidentalmente, en este lugar. Tampoco ayuda que "Jazz" empieza con una chorrada indefendible como "Mustapha" que es de esas cosas a las que no conviene acercarse ni con tres palos. Superado ese escollo, clarinete ello, sólo queda sentarse y disfrutar. Y es que amén de tener dos de mis temas predilectos de siempre en "Dead on time" y "If you can't beat them", de tener un par de las tonadas más bonitas del combo o incluso acertar con ese curioso experimento de cierre, conviene recordar lo logrado de unos singles que, gusten más o menos, ahí quedan para la historia. La fuga a Francia del fisco británico de Queen no fue al fin tan megaburra como la stoniana (que "Exile on main st." es de esas tan contadas cosas de once in a life time, faltaría) pero, ojo, que no fue poca cosa tampoco. 


03. QUEEN/ 1973. Un disco que arranca con "Keep yourself alive" y "Doing all right" tampoco requiere de mucha explicación. Como ocurrirá con su continuación inmediata tiene un tono más clara y abiertamente rockero que todo lo que seguirá y por supuesto (y sobretodo) supone la carta de presentación inmejorable para el infinito talento vocal de Mercury y la indebatile pericia guitarrera de May y su Red Special. Los dos rasgos que diferencian y eternizan a la formación, en definitiva. Junto a la ya mentada continuación, el que todos los fans de Zep, Purple y demás atesoran en casa de siempre y como oros en paños. Y, al tanto, que "Queen" sigue siendo un cañonazo. Hoy día como ayer y mientras algunas "lindeces" que abrazaría la banda en tiempos posteriores, y otrora "modernas", nos han ido envejeciendo con considerable (y evidente) menor fortuna. 


02. A NIGHT AT THE OPERA/ 1975. Poniendo en cuarentena el asunto de Taylor con los pistones y la correa de distribución desde su altamente prescindible "I'm in love with my car", lo de este disco pisando podium no merece explicación alguna. Es su trabajo más célebre y recurrentemente recordado. A qué más. En todo caso, dicha explicación versaría más bien sobre el tratar de aclarar porque narices no está incluso mejor posicionado. Para no alargar (y de ser necesario) les recomiendo que, directamente y por ejemplo, se busquen su documental del "Classic albums". No me apetece protagonizar la retahíla de obviedades de la semana con la enésima ensalzación de rapsodias y cia. Además, yo siempre fui más de la "Prophet's song", puestos a tocar el reverso más rimbombante del totemazo en cuestión. 


01. SHEER HEART ATTACK/ 1974. El mejor. Y con diferencia para quien suscribe. El álbum que sintetiza a la formación en sus más logradas formas pasadas y futuras. Todo lo que te gusta, ha gustado y/o gustará de Queen brilla en una cantidad inencontrable en cualquier otro disco. Hasta la canción que no canta el mercúreo está bien aquí. "Brighton rock", "Stone cold crazy"o "Now i'm here" son algunos de los más excelentes testimonios rockeros jamás por ellos firmados, el giro vodevilesco con "Bring back..." o la archipopular "Killer queen" no tiene quien lo chiste, Freddie exhibe cuerdas vocales en breves intermezzos inferiores a dos minutos y, ya puestos, los buscadores de diamantes perdidos encontrarán aquí la también bien vivaracha "Flick of the wrist", la ligereza adictiva de "Misfire" o ese adiós intachable con "In the lap of the gods...revisited"... Y las no mentadas pues también son bienvenidas, qué narices. Todo lo és en "Sheer heart attack".