J MASCIS - "Elastic days" (2018)

 Creo que lo primero que hay que hacer es recordar lo buen disco que es "Tied to a star" del 2014, el ahora penúltimo de J Mascis en solitario. Un disco de notable, digno de todas las loas y alabanzas que se pueda cruzar quien sea por ahí (y que se cruzará a poco lo indague). Y el motivo de ello es que tras ya las primeras, y muy irremediablemente convulsivas, escuchas a este rutilante "Elastic days", sumándolo a que venía de una excelencia -sin pero a caber- como fue "Several shades of why", se intuye fácil que de cara al oyente simpatizante pero casual con la "causa mascistera" aquél magnífico elepé de hace cuatro años corre serio riesgo de caer, si bien no en el olvido, sí en un relativismo y/o cierto ninguneo que en modo alguno merece.


Explicado ello, conviene reparar por enésima en lo entrañablemente cabezón que és este tipo. Si bien "several" gana a "tied" por simple y puro tracklist, cabe aplaudir especialmente del segundo su afán por tratar de mostrar una mayor variedad de paisajes y texturas, siempre dentro de los modos esperados para ésta otra versión del músico (mucho más relajada y alejada de su acostumbrada muralla de marshals y fuzzeos a discreción). Siguiendo desde ahí, resulta que aún a pesar de tener en "Elastic days" una colección de canciones notoriamente superior en calidad media a lo inmediatamente anterior (que esto es así y se deja dicho desde ya), no se ceja en absoluto con ese empeño de seguir buscando nuevas fórmulas magistrales para esta deliciosa partida con naipes marcados contra si mismo que resulta su carrera en solitario desde el álbum de la tortuga del 2011. Puede que, en efecto y también, sean al fin estos días elásticos el paso primordial para que sus fans alcancemos el stendhal definitivo y mortal sin solución, el día que Jay cuadre un disco entero de "thumbs" y "alones" (cuando ello ocurra, ya les adelanto, para algunos se nos acaba el rock, echan la persiana y se cierra por dentro para siempre). Pero no nos adelantemos... Además eso, conviene señalar también,  es como esperar que un mapache ponga un huevo (por su reverso de advenimiento ya de lo simple y llanamente milagroso). 


Fuere como sea, el nuevo "disco hippie de Mascis" vuelve a la carga con ese descomunal y punzante uso de la eléctrica a traición, que se ha pasado de contrabando antes de entrar en la comuna y que resulta seña de identidad ya innegociable a estas alturas de cuento. Vayamos ya, y a modo sucinto ejemplo de ello,  con los cuatro adelantos conocidos (y más que fácilmente ubicables en las webs) de la docena de canciones que integran el álbum... Dos bastante buenas ("everything she said" y -un algo por encima- la homónima del disco) y dos buenísimas ("web so dense" y "see you at the movies"). Y en todas ellas, con sus diferencias a cuestas, se tira en mayor o menor grado del recurso descrito a principio de párrafo... Y, estaríamos buenos, fantástico ello es como decir nada, por lo menos en este espacio.  Aunque, por supuesto y con las oportunas disculpas por la obviedad, lo mejor aquí llegados es que todavía quedan dos tercios de disco por descubrir. Otras ocho canciones, si así lo prefieren... De las cuales un par ("sky is all we had" y "give it off") no me bajan, ni en la más cicatera de las lecturas, del primer grupo de las "bastante buenas" (de hecho, al sumarse a "elastic days" -the song- dejan entre las tres a la tonada de despedida destacada con la letra escarlata de canción menos buena de la colección... y siendo una buena canción, se reitera, pero tan megaburraico es aquí el nivel medio exhibido). La media docena restante... Bueno, póngamos que ahí está, al sumarse todas ellas a la dupla de arranque de artefacto ya mentadas, lo que hace de "Elastic days" un muy serio acreedor a lograr lo que su antecesor no pudo bajo la enorme e intimidatoria sombra del caparazón de la tortuga de Ende: generar debate sobre si estamos (o no) ante un posible mejor trabajo jamás firmado como "J Mascis", sin añadidos de ningún tipo, desde su portada. Tal cual.


Y nadie se engañe. No estamos ante añagaza alguna,  a fin de vender la moto, por parte de los fans más feroces de la jurásica banda madre, dado el tan evidente incremento voltaico  (aquí el uso de la eléctrica está  mucho -muchísimo- más presente que en "several" o "star"... pero si hasta hay solos, y no pocos). Las canciones son las que reinan. Simple y llanamente, el tracklist vuelve a tener un muy apreciable montón de estaciones que deslumbran durante el trayecto. Encarando el tema, "movies" y "web" son dos canciones enormes, qué duda cabe... Y sin embargo no superan ésta "I went dust", a dos voces, tan bucólica y reposada al principio como inesperadamente vivaracha en su conclusión (y sí, ha sacado la jazzmaster a pasear el muy bandarra, para que a todos los dinofans se nos haga el culo gaseosa cuanto antes). Tampoco superan el acostumbrado, aquí irresistible, juego "mascistero" del falsete de quita y pon de "picking out the seeds"... con esa melodía estirada al final con más electricidad de fondo. Ni de coña, vaya. Aunque para melodía la de "drop me", por supuesto. Que es como "everything she said" pero en cum laude doble y con ese momento de vello erizado entre el 2'15 y el 2'45 que vence a todo. También me rindo, y gustoso de ello, con la majestuosidad sincopada de "cut stranger" (otra predilecta imediata, sin duda, que no deja margen a otra cosa). Cerramos ya el tenderete, al fin, con ésta "wanted you around" que llevo catorce veces seguidas escuchando y no veo como parar (se me ha metido la guitarrita y no hay nada que hacer... y cómo retoma más grave cantando hacia el final, no se puede tener más clase... y con la pinta qué tiene) y, por supuestísimo, con la favoritísima que és "sometimes" y su acelerón intermedio de locura por montera... Y aunque sea directamente hacer trampas, que eso es un medio tiempo de Dinosaur Jr apenas encubierto (si alguien tiene dudas al respective que pase sin llamar por el despacho de los fenderazos de despedida).

Enésima virguería pues, siempre necesaria y más que bienvenida, por parte del músico que más emociona (más allá de la encarnación que elija para la ocasión) en esta casa y lográndolo como siempre, cuando no media sonido alguno,  desde esa tan engañosa y perenne falta de la misma y propia emoción que le caracteriza... A modo remate final y como me gusta recordar a veces, desde aquella entrevista noventera de Ignacio Julià a Mascis en el Ruta 66: "para que molestarse en decir nada cuando puedes expresar lo inexpresable pulsando seis putas cuerdas". Así lo dejó escrito el Sr. Julià entonces y aún hoy sigo sin encontrar cómo narices se puede definir mejor a este músico. De cabeza tod@s a por los "Elastic days".

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