Uno de mis discos favoritos de su década y la razón por la que muchos seguimos "perdonando" a Polly Jean sus ocasionales escarceos ulteriores con la electrónica (contadísimos, eso si, cabe decir en su defensa) o sus "ataques arty" esporádicos que la llenarán la de dios a ella como artista pero...
Yo soy de los muchos que se rinden ante la Harvey más áspera y directa, más eléctrica y concisa. Más punk en definitiva. Y eso, perse, convierte "Rid of me" en la biblia en verso de manera inmediata. Y no es que no tenga otros discos que dejen de parecerme la repanocha ("to bring...", "stories...", "uh huh her" o ese primer "dry"), pero es que el de hoy es una burrada de esas que se dan cada mucho. Demasiado por desgracia. Indispensable a mi entender. Joder, con lo fan que soy de esa conexión neoyorquina velvet-youth con parada, si se tercia, en la marquee moon, disfruto siempre inefablemente y como un enano con esta rudeza minimalista de las guitarras aquí halladas... Y la producción de Albini, claro. Como mi admiradísima Hynde surfeando embutida en rosa con los de Boston que hace sonar esto por momentos el hacedor de "songs about fucking" (solo falta la turbina de Santiago)... Hasta se atreve nuestra querida PJ a versionear a su manera la mismísima "highway 61...". Y el no-hit imparable "50ft Queenie"... La sección de cuerda escalofriante de "man-size sextet", el acelerón de mi favorita "Yuri-G", la contención de "legs", y qué cojonuda "dry"... y que todas lo son a su manera, leñe, a qué hacerse trampas en solitarios. Hay pocos elepés de guitarras en los noventa que le tosan a este "rid of me" en cuanto a ingenio y diversidad (sobretodo jugando la baza de la producción tan cruda que se gasta -afilan más la cuchilla y te cortas-). Menos es más frecuentemente, si -y ya al fin-, pero en casos como el artilugio de esta entrada calcular el cuanto de más es francamente jodido tirando a imposible. Irrepetible y punto... y en Polly Jean we trust, claro está.
