REIVINDISCABLE : "THE CURE" -2004- / "4:13 DREAM" -2008- (THE CURE)

 


Puede que no consiga mucho apoyo con estos "reivindiscados" de hoy (o sí, que qué se yo). No problem que ya pasa a veces. Pero es algo que ya tenía en mente hace su buen tiempo. Casi desde antes de empezar esta enésima sección de errática aunque sentía cadencia del espacio. The Cure... Siempre me han gustado. Y no me falta claro, de vez en cuando, el cruzarme con alguien que se extraña de ello:  "¿The Cure... pero si no te pegan nada?"... Aaay, el suponer gustos ajenos que sorpresas y requiebros graciosos genera frecuentemente. Me imagino por otro lado, y qué fácil resulta, que el gran problema para quienes no tragan (ni lo han hecho nunca ni lo harán) con el afamado grupo/líder es la manía que pueda proyectar Don Robert Smith... Pues vale. A mí eso me da igual. No es nuevo, ni lo era al empezar hace ya siete lustros la formación, el que alguien se disfrace de un ser paralelo a la realidad a fin de acomodarse en su discurso creativo (siempre me parece increíble que el mismísimo Bowie no acabara con un transtorno de personalidad múltiple galopante en los 70's... de esos de pared acolchada y tirar la llave al rio). En cualquier caso, por esa manía explicada, no es de extrañar que cuando la banda ha atravesado un bache de creatividad o reconocimiento de crítica/público todos los detractores se han unido a degüello a pregonar sapos y culebras ("nunca han sido nada del otro mundo en realidad", "una de las bandas más sobrevaloradas que hayan existido", "no son más que la versión prostituida y comercialoide del post punk -o/y el rollo gothic-", etc...) . Por supuesto todo eso a Smith se la trae lironda. Siempre fueron los Cure (como Kiss o Depeche Mode -dos bandas tan dispares como alejadas de mis mayores querencias pero que sirven bien a este ejemplo-) una de esas formaciones que, más que fans, tiene poco menos que puros adeptos... Y con eso, con ellos/as, se sobran y bastan Robert, el fiel Gallup y quien ronde por ahí en cada ocasión. Ni qué decir, esos mentados detractores están de enhorabuena desde el cambio de milenio... En algún momento Robert decide que ya está hasta las narices de las imposiciones discográficas, que ya se ha ganado el derecho a hacer lo que le rote y, por ende, se dedica a lucrarse dando la vuelta al mundo en gira continua. Sacando, en el proceso, solo dos (!! ) discos desde la llegada del nuevo siglo... Par de álbumes que, por supuesto, no han recibido el apoyo ni de crítica ni de público (en general, que los "adeptos" se lo han pasado tan bien como siempre, of course). Y dos trabajos, al fin, que para mí no están nada, pero nada de nada, mal y que se han visto corridos a collejas y desprecios varios de forma harto vanal y gregaria por sistema. ¿Qué no son "disintegration", "seventeen" o "the head"?. Ok. Tampoco es "Let it be" el "Sgt. Peppers", nos ha jodido mayo...


Para la ocasión, y aprovechando el archifamosismo de la formación a tratar, plantearé la "reivindiscación" desde otra perspectiva... En los, hasta hoy, últimos dos discos de los Cure estos se han dedicado (descaradamente) a picotear directamente de parte de todo su legado tomando como (también descarado) modelo aquél "wish" de 1992. Que si bien no suele ser favorito de la crítica si es un disco muy querido por no pocas gentes y gentuzas entre las que me cuento. Ese disco, superior a lo de hoy (nadie me lo aclare que ya está hecho), tenía un mucho de "hasta aquí hemos llegado, recojamos lo sembrao", y en el se daban desde largos pasajes instrumentales que no hubieran desentonado al lado de según que cosas inmediatamente anteriores, hit-singles del caerse de culo (¿a quién no le gustan "high" o "friday"?), pasando por virajes más desoladores y fatalistas para regocijo de sus seguidores más maquillados u/y apesadumbrados de la vida. Bien, sacrificando eso último, sacando a relucir las guitarras y aparcando bastante los teclados ochenteros (aunque incluyendo a veces un cierto abuso de chimes en estudio con los que, quizá, se pasaron en alguna ocasión), se extrapola ello a "The cure" (2004) y "4:13 dream" (2008) con cierta facilidad. Y contando que sirva eso, tan basto, a fin de resumir los discos en si he optado sencillamente (y volvemos con ello a la primera frase de la parrafá) por dejar abajo, en el jukebox de turno, lo que sería el discazo que podría extraerse juntando esos dos discos... Y esas once son mis predilectas pero (atención), conviene matizar, quedan fuera canciones bien válidas que hasta, según casos, ejercieron de single y/o hasta tuvieron su videoclip bien chulo. Y, de acuerdo (es innegable), eso de juntar las canciones de los dos discos es hacer más trampas que echarle un futbolín al Capitán Garfio. Pero ojo, y a su vez, les pido que por favor se tome la molestia el personal de juntar once canciones de los dos discos que más le gusten de la nueva banda aupada por la prensa surgida desde el cambio de milenio (o aprox.) y tenga lo que hay que tener para compararlo a esto que se propone al final de la entrada... Qué si, qué si... más ventajismo. Que The Cure son clásicos y su batalla son los Smiths, Echo o los de Mike Scott (etc), pero creo queda claro la diferencia de nivel que se viene a referir hoy aquí... Y en definitiva donde quería llegar, y personalmente, que en los últimos lustros se hayan hecho héroes de gentes como los Ferdinand, Strokes, Vampires, Artics, en lo que quiera diox que ande liado Jack White, considerable etc (y no pongo mierdazas tipo Coldplay o Travis que me sobrevienen arcadas directamente... mira los Arcades... otros para la marmita) que me motivan u interesan tanto como el ver crecer la hierba en slow time si soy mínimamente honesto conmigo mismo y, por contra, el personal (cobrando o no por ello) se tome las licencias que se toma, con esa alegría y ligereza (en algún medio "4:13" fue criticado tras no terminar siquiera una primera escucha y, para más cojones, vanagloriándose de ello), al opinar del trabajo de los de Robert Smith es algo que no sé si me da más rabia, asco o pena... Escuchen a continuación, sin complejos ni prejuicios previos, los descensos de "lost" y "us or them" (que bajo, la puuta), la bonitez extrema de "sirensong" (de las más beautifuls canciones pop facturadas en muchos años), la magia que evoca a las "pictures" y demás de esa "underneath...", lo efectivo de hit-singles que por desgracia no se dejó que fueran ("perfect boy", "end of the world", "taking off", "hungry ghost"), y solo por la redondez de como se monta desde esas guitarras iniciales la magnífica "the reasons why" más de un plumilla (y dos) enteraillo debiera de taparse un poco por no haber dado a esto la cancha merecida, y (finalmente) queda la traca final con el par de preciosidades que resultan "this..." y, sobretodo, "before three" -que me mata, y con esa letraza además...-. En fin, que si no gusta la banda pues no gusta y punto (es de esos casos con un discurso harto particular que puede atraer o repeler por igual -partiendo desde la evidencia del registro vocal elegido por Mr. Smith-) pero, no se dude, si alguna vez gustaron (ni que fuera un algo) los Cure con el disco homónimo del 2004 y su continuación de cuatro años después pocos van a encontrar motivos de auténtica queja. Por lejos que se quieran ver, o se vean, sus obras cumbres (y siempre en opinión de uno) lo que queda claro es que este par, ambos dos, lo que es funcionar, funcionan sin problemas. Nadie se deje manipular con esto por las estrellitas de tal o cual lugar o por la referencia pergeñada de pasada por el pseudocrítico de turno, muy posiblemente además, parida desde la predisposición a hacer sangre... Aunque, se insiste, lo mejor de todo este rollo es que al final a Robert Smith se la sudan todas estas mandangas tan en sobremanera que, y ya tiene su mérito en este caso, lo mismo le da por descojonarse un rato y todo. O si se prefiere: un respeto a los mayores. Enjoy: