REIVINDISCABLE : "Moonhead" / THIN WHITE ROPE (1987)

 Incrustados por lo general en ese cajón de sastre ochentero del "american underground" (Dream Syndicate, Green on Red o The Feelies, a modo ejemplos y para entendernos rápido), Thin White Rope dejaron un reguero de cinco discos dispuestos en poco más de un lustro (desde 1985 hasta el 91, concretamente), para desaparecer después en una especie de inmerecido olvido que, para resumir, no procede. De ese quinteto de obras, unas mejores que otras -según gustos, faltaría- pero todas buenas, "Moonhead" suele reseñarse y consensuarse como la niña más bonita y necesaria de su singladura... Y aunque -por supuesto- el tema es matizable, la verdad es que media comprensión. Es, en definitiva, el más cohesionado y alejado de altibajos de sus trabajos de estudio... Amén de un elepé de reputísima madre.



TWR (que queda más guay y me canso menos) fueron fundados por dos guitarristas Guy Kyser y Jozef Becker, siendo escritos y cantados la mayoría de sus temas por el primero, y su sonido tan influenciado por aquella enseñanza básica del maestro Reed (que Verlaine y cia entendieron más y mejor que nadie) donde se evidencia que lo que importa es el peso de las notas más que la cantidad de ellas, logrará infaliblemente y sin esfuerzo las delicias de un tipo de parroquia concreto... TWR de hecho sólo tienen el "problema" único y también concreto de haber surgido dramáticamente poco antes del momento en que su estilo y formas hubieran encajado con los tiempos que corrían ("The Gun Club 2.0", para quien lo quiera aprovechar). De hecho vendrían a ser un puente perfectamente válido para cosas tan dispares (o quizá no tanto como pareciera a priori, al menos) como Urge Overkill, Buffalo Tom y hasta llegar a los Archers of Loaf, y su inercia -visto hoy en perspectiva- sería un tanto afín a la de los Screaming Trees (o es la que podría haber sido de no haberse disuelto y si se me quiere entender), en el sentido de que, por mucho Lanegan medie, hasta que no estalló el pelotazo "grunge" su discurso no empezó a ser reconocido a unos niveles más, póngamos, "globales"... Quizá si su último disco ("The ruby sea"/1991) hubiera integrado una "nearly lost you" otro gallo les hubiera cantado... Una lástima. Mayormente por la cuenta que hubiera traído a sus cuentas corrientes. Por suerte, para nosotros los usuarios, queda la música. Y ahí esta gente, no se dude, puntúa bastante alto.

Centrándonos ya en su "almendra lunar" que reza en título, y previniendo que lo áspero y poco dado a la cucamona del registro de Kyser es de esos que entran o no (particularmente me encantan este tipo de voces/propuestas más o menos aguardentosas -y lo de éste señor tampoco es especialmente extremo en este sentido-), recomiendo ya sin reservas este disco a todos los buenos fanes del insigne Sr. Wynn y su banda habidos en el planeta. El estilo tortuoso de primeras del tema inicial, "not your fault", con el contrapunto entre lo arrastrado de la voz y la adictiva oscuridad del apartado instrumental (con sus poderosas y fuzzeras guitarras y demás), marca el tono perfecto de todo lo que vendrá. La sabiduría a la hora de presentar la más reposada, en contraste al resto, "thing" tras el stonerismo distorsionado del final de "take it home" y justo antes del inmersivo -y prácticamente instrumental- tema titular del álbum, tiene su valor a considerar seriamente. Con todo el catálogo ya dispuesto de alguna manera, desde ahí solo queda señalar las predilectas de quien proceda, sean más rápidas a lo "come around" o más calmadas al estilo de "waking up"... En cualquier caso, perderse en la opresiva e incompasiva propuesta de "Moonhead" se antoja, en ésta casa al menos, algo recomendable y necesario. Cualquier "velvetero" (y/o fan de sus más insaltables exégetas) de pro, sabe que extraer belleza del lodo es más necesario para el alma que el "niño bonitísimo" fatuo y gratuito, condenado (tarde o temprano) al olvido por lo siempre fungible de la premisa madre... Además, el vacile y chulería de terminar con un cover del bluesman Jimmy Reed ahí quede también. A modo colofón, señalar finalmente la obviedad de que (nos jodió)  no estamos con "Moonhead" ante un "Marquee moon" o un "The days of wine and roses" de la vida (eso son trabajos en mármol, de los de once in a life time que decía Byrne), pero sí ante un compañero de viaje que no por maldito y menos legendario deja de ser apreciable, y bastante más que meramente válido. Por todo ello (e incluso un poquito más) creo que, de no conocer disco y banda, merecerían ser éstos claramente reivindiscados por sus partes.