TOP GUZZERO 1975 : ILUSTRES CUARENTONES DEL ROCK

 

Siguiendo con la larga tradición cuyo origen se pierde en el albor de los tiempos (bueno... este es el tercer año/enero que lo hago, creo) vaya a continuación un listado de discos predilectos que están por cumplir los cuarenta -como quien suscribe, ya puestos- durante el transcurrir de este 2015. Y ya paso. Paso de poner alternativas de otros grandes trabajos de la añada... Son los 70. Cualquiera de esos años son el puro delirio en cantidad y calidad de elepés (que no solo el primer lustro, vaya ello para puristas varios). Sin más, mi top-10 de 1975 (y colección de tópicos, sí, pero es lo que hubo y hay)... Here we come que decían los Primus: 



10. Pink Floyd - Wish you were here. Que esta barbaridad este en la posición 10 ya debiera lograr, de entrada, el dejar clarinete a todo cristo a como va la merluza en este listado... Tremendo, espectacular. Tras el baño de grandeza de la "dark side" los mamones recogen el guante y, para mi (como para mucha gente), no solo igualan a su triangular y cacareado predecesor sino que, en verdad, le adelantan por la derecha, sin intermitente ni pedir permiso. Mucho más allá de los icónico del tema titular (chinito tu, chinito yo), las sonoridades de "WYWH" es un paso de gigante, así a lo burro y en general, al que recoger en etiquetas (sean progres o sinfónicas) no parece sino un imposible, como querer retener un litro de líquido entre las manos o similar. No hay tiempo para todo en esta vida y se comprende que haya mucho melómano, compulsivo o no, que por alguna razón no ha dado (o ha querido dar) tiempo al Fluido pero, en la humilde opinión de servidor, el estreno con Barrett y este... Obligatorios o al paredón, y sin explicación ni excusa que valga. Perdición guzzera total: "Have a cigar".

09. Fleetwood Mac - Fleetwood Mac. Una de las reinvenciones más burracas de la Rock history es lo que aquí encontramos. La irrupción de Stevie y Lindsay es sonada y sumado a las bondades de la legendaria base rítmica (y sin olvidar jamás las tan bonitas atribuciones de Christine McVie) el cocido es, directamente, indispensable... Es el disco de "Monday monday", "Landslide", "Rhiannon" o "Blue letter"... Qué les vamos a contar a estas alturas. Lo mejor es que, además, el quinteto iba a repetir la martingala un par de veces más (y aunque "Rumours" fue N.1 un par de estaciones glaciares hasta en la luna, "Tusk" tampoco se queda atrás), dando así lugar a un segundo lustro setentero, este de los Fleetwood Mac, que ya ha quedado para los restos en diamante. ¿Soft rock?... Pues vale, pero es de puta madre igualmente, mire ud. Perdición guzzera total:  "Landslide". 

08. Neil Young - Tonight's the night. La madre que lo parió !. Intercalado con las sesiones del que es mi disco favorito suyo ever, -el playero-, va el Tito Neil y se saca esto del badajo. Para mi algo menos cohesionado que el otro pero con el mismo sentimiento y la misma putámica calidad media de piezas a extraer, no debe sorprender que haya un ingente considerable que en su erudición (o mero buen gusto) sean incapaces de dividir playas y noches considerándolo un todo en dos partes dentro del inabarcable opus del canadiense. En verdad, aún asumiendo que este señor es de los más grandes de siempre (pero de los "de verdad", de los de la media docena de impepinables y sin hechas frases) su primer lustro setentero es un "masterpiecismo" en sesión continua que, en efecto, viene a desembocar del todo  en este disco... O casi, como veremos más adelante en el listado, pues el granuja (y más allá que "rust" y "comes" ya asoman en un horizonte no tan lejano) aún se guardaba un sonado comodín para acabarnos de rematar del todo. Perdición guzzera total:  "Lookout Joe". 

07. Queen - A Night at the opera. Si, vale, soy lo peor de Europa por poner este aquí por encima (que visualmente es debajo por aquello de mantener suspenses) de alguno de los  que preceden... Pero, coño, este y el que va antes son los dos discos "intocables" de Queen. Da igual cuanto se detesten, de hacerlo, o cuanto se les pretenda ningunear... Con todos los excesos, pompa y rimbombancias habidas  (y a todos los niveles), "A night..." es un compendio casi sin par en la historia que auna bujarrería glam en sus mejores formas, hard rock de quilates de puro headbanging y, of course, una teatrilidad pop que alcanza el puro paroxismo. Si será genial el cabrón que ni esa estupidez de Taylor de la junta la bujía en la tercera canción logra empañar lo colosal del resto. Más allá de simpatías y antipatías por doquier, el trabajo que cambio la ley de duración de canciones en las ondas en las islands sigue perdurando como el insaltable clásico que és. Perdición guzzera total:  "The prophet's song".

06. The Dictators - Go Girl Crazy !. Así con un par. Y es que ya se sabe: God blesses Tators !. La eterna bisagra entre Dolls y Ramones no podía faltar en esta mandanga. El menos popular de los álbumes del listado es la frescura guardada en formol forever y con la gran contrariedad que ello implica. Alejados del kamikazismo de unos años atrás habido en Detroit y de la urgencia proto-ramone de las muñecas vecinas, los Tators optan por un gamberrismo que se reconoce, sin ambage que valga, orgulloso deudor de las formas más primigenias de esto del rocanrol... En efecto, no es GGC un disco especialmente "estruendoso" y, más allá de -quizá- algún viraje concreto, se asemeja más al reverso macarra de un Richman y sus Modern Lovers que a la andanada punkarra de a mil por hora que alguien pudiera suponer. Las versiones de "I got you babe" o "California sun" son la leche pero los temas propios no se rezagan en absoluto y, finalmente, en el pesar solo queda el que si Shernoff se hubiera impuesto a sus camaradas, irguiéndose en el líder que se necesitaba y nunca se tuvo (o no del todo), la historia quizá se contaría algo distinta... Perdición guzzera total: "Teengenerate".

05. Bob Dylan - Blood on the tracks. Me se también de varios que querrán escañarme por poner el BOTT de marras tan atrás en la lista... Y, miren, casi que lo entiendo. No es de extrañar. La onda expansiva del genio de Duluth seguía vigente (como siempre lo estará, es de cajón y por otro lado) por mucho artificio que volara alrededor en esos mid-70's, sin duda, pero ni el mayor de sus fans puede defender que, aún ofertando según que canciones concretas, "New morning", su último disco enorme de verdad, ya se empezaba a alejar peligrosamente en el tiempo... Es entonces cuando Dylan sale del letargo (familiar o no) y en pocos meses salen este y "Desire", con la edición de las "Basement" de por medio (poca cosa, naaá, hombre...). Como el disco no es que tenga reseñas mil en las webs sino que, de hecho, debe hasta tener espacios temáticos para él solo, lo dejo en que el primordial disco de "Tangled up in blue" sigue siendo uno de los puñetazos en la mesa más burricalvos y necesarios ever en esto del rocanrol. Esto es así. Inextinguible siempre y como llama olímpica del mundillo que és. Perdición guzzera total:  "Simple twist of fate". 

04. Patti Smith - Horses. Recreaciones de Van y Townshend, un tema co-escrito con Verlaine, las aportaciones del gran Lenny Kaye (gracias infinitas por los Nuggets señor)... Demasiada candela. Y eso que aún no hemos mencionado el relatar y la manera de proceder micro en ristre de la grandiosa artistaza en cuestión... Sobre "Horses" basta decir que cuando hicimos en el comanditero espacio Exile un especial sobre los mejores álbumes ever con cromosoma doble X este fue el que quedó como supercampeón contra las manchas... A qué más. Para qué, a estas alturas, perderse en que queda lo intocable de un contenido que nos trae a la Velvet, los beats y, entre muchas otras cosas y sobretodo, pone los cimientos de una nueva forma de entender el rock, libre y (al fin) alejada de todo grasiento y casposo machismo de a granel. PJ Harvey, lo mejor que le ha pasado a Inglaterra en el último cuarto de siglo en materia rockanrolera, siempre para  mí, le debe a Patti hasta el suelto el cambio, sin ir más lejos. Acongojantemente inolvidable.  Perdición guzzera total:  "Land: Horses...".

03. Neil Young & Crazy Horse - Zuma. Anda, mira quien ha vuelto... Y además parece que se ha traido unos colegas para la ocasión. Y es que sí, soy de esos y como ya he comentado en alguna ocasión, "no puedo dejar de zumar"... El contrapunto a lo, mayormente, reposado de noches y playas lo tenemos en el reencuentro con el equino pirado de este igualmente indispensable tótem. Que tampoco queda exento de memorable melancolía, ojo (ahí están "Pardon my heart" o "Through my sails"), pero claro: "Cortez", "Barstool", "Stupid", "Drive" (todas ellas y las que faltan con su "etc" pertinente) ... Y es que puede sea "Zuma", bien puede serlo, el disco de estudio más variadamente logrado del Maestro de la mano con "Harvest". Aunque, faltaría, hablar de absolutos con tamaño monstruo mediando no es sino una invitación a hacer el cretino por el placer de hacerlo y de gratis. En resumen y menos rollo, otra histórica masterpiece del Tito Neil que debe poseerse por el amor de todo lo sagrado y lo que no. Sin más. Perdición guzzera total:  "Stupid girl".

02. Physical Graffiti - Led Zeppelin. El cajón sastrero de Zep. Cómo no. La sexta y última obra maestra de Bonzo y sus amigos, la mejor y más grande de "las grandes bandas de los 70" (y aunque -como prácticamente todas las dignas de considerarse- empezaran antes en propiedad, sí). Qué decir... Banquete, inmersión total. Hay mucho cabrito suelto que insiste, de vez en cuando, en separar Houses y éste del cuarteto inicial ("molan pero no son taaaan buenos")... Pues ni hablar, y una polla, estaríamos buenos hombre. Aquí tenemos to-do lo que está banda podía hacer en un u otro momento. Y recuerdo que es de los Led Zeppelin de quien venimos tratando... Así: instrumentales de acústica que parecen paridos para el pasar de la novia en boda campestre, pseudo-suites progresivas con subidones celestiales, rockazos al esternón como saben y procede, excesos instrumentales sin miramientos que valgan... Qué "Ten years gone" está en este disco, yisuiscraist !. Lo de siempre, si Beatles son paraíso y Stones averno busquemos a alguien para la viejuna tierra porque los cielos son y  serán siempre para los putos Zep. Perdición guzzera total:  "In the light".


01. Bruce Springsteen - Born to run. Parece que hay una cierta inercia en ningunear al Boss en los últimos años en base a lo ofertado desde su "resurrección neomilenaria"... De acuerdo, ok, él tampoco lo pone todo de su parte con boniatos como "Working on a dream" o "High hopes", de los que algo siempre se puede salvar pero, sí, se le debe exigir más en resumen y generalizando a este hombre... Otra cosa es preguntarse qué ocurriría en el planeta si el Jack Guay o similar cantamañanas de gorda brocha sobrevalorado de turno pariera algo, alguna vez en su existencia, que se acercara a un micronésima parte a la calidad que atesoran "Your own worst enemy" o "Death to my hometown" (sitas en "Magic" y "Wrecking ball", respectivamente)... Bueno, la ingratitud y la falta de respeto a los mayores nunca fueron grandes "virtudes" a pesar de su abyecta proliferación, qué se le va a hacer. Pero, dicho ello y tragando ya un poco de bilis (que todo se puede "tocar", de acuerdo y faltaría, pero en el "como" -y este es uno de estos casos- demasiados se pierden y ahí que lo aparco), supongo que la explicación más comprensible de tanta crítica viene dada por la comparación directa con la enormidad de la obra pretérita del artista a la que, obvio, debe su leyenda. Y dentro de dicha leyenda, por supuesto, el cabronazo tiene "Born to run", algo así como el patrón definitivo de disco de Rock perfecto y sin mácula. Duración perfecta, temario perfecto, instrumentaciones perfectas, perfecto todo o casi porque "la perfección no existe", aunque sí lo haga este elepé y cueste encontrar algo que le sobre o falte por vueltas se le de y "rede" avistadas ya las cuatro décadas de vida. "Born to run" es noche y día en la ciudad, es un disco de calles y farolas, de orgullosas épicas en callejones, de celebración de libertades o lamentos a oscuras... El tio se apoyó en unos músicos brutales y plasmó el trabajo que cualquier músico de esto del rocanrol mataría por firmar pues tenía las canciones, los medios y el talento. Fin del misterio. Y siga ud a lo suyo Bruce claro qué sí, que por muchos quieran verle haciendo country-folk acústico de abuelete, ya hace tanto que se ganó el derecho a hacer lo que salga de los huevos y cuando de los huevos le salga que no se acuerda ni dios... Como unos cuarenta años que debe hacer ya o casi, mire que le digo. Perdición guzzera total:  "Jungleland".

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