Como siempre ocurre al abarcar este tipo de verbenas con alguien tan popular de por medio cabe, antes de nada, congratularse por lo fácil que resulta. Imposible el menor consenso y se abraza el conflicto y la trifulca ya de arranque. Perfecto.
The Cure tienen seguidores de greatest hits del corte inglés y fanáticos que se pelean por adquirir el single limitado japonés de "The caterpillar" en cassette y con sonidos del gato de Smith vomitando bolas de pelo en la cara B... Y, desde ahí, todo lo que en medio quede. Añadamos, además y para la ocasión (que las aventuras no terminan nunca), a toda la vieja cuadrilla de fanses que opinan que la banda pierde todo sentido el 4 de mayo de 1982 (día después del lanzamiento de "Pornography" -"su último disco bueno y necesario de verdad", suelen añadir aquí los ínclitos-). Dichas gentes quizá, y en un acto de generosidad maravilloso, sólo sumarían a "la trilogía clásica" el primero (edición original UK por supuesto, ojo) y "The head on the door"... Y esto segundo sólo por aquello del que se puede estar como una cabra pero (por lo general) sólo hasta cierto punto, está claro.
Recordando por enésima que para este tipo de proyectos nos centramos siempre y únicamente en la obra de estudio del músico/banda a tratar (NdelA. Háganse con el "Paris" de 1993 mayormente, de cara a lo que hoy toca y si se siente la necesidad de agenciarse algún live album) y haciendo, con su permiso, una última vez hincapié en la subjetividad más que autoasumida de todo lo que seguirá (cosa que antaño no hacía falta remarcar -por lo obvio-, pero son los tiempos que son) empecemos...
13. Faith (1981). Hale, en tu puta cara. Que aquí ya dejarán de leer como el 75% de las pocas buenas gentes que hayan caído, de una u otra manera, en este cuchitril... "Pero será desgraciado, ¿uno de la trilogía clásica en la última posición?... este no tiene ni repajolera". Pues seguramente (lo uno y lo otro, y aunque lleve poco menos de cuatro décadas escuchando a esta formación). Pero, siendo honesto, y aún adorando al disco que le precede y al que le sucede (ambos con posiciones bien elevadas en el ránking personal), "Faith" se me antoja mayormente, por hacerlo rápido y fácil, un coñazo indisimulable. Y a pesar de, paradójicamente o no, no resultarme lo que se dice un "mal disco" del todo (que The Cure no tienen discos realmente malos para mi, conviene argüir también). "Faith" es el resultado de apostarlo todo a la forma descuidando el contenido. Si se prefiere: puede que tenga "el sonido", si, pero no -para nada- "las canciones". A "Primary" y"Doubt", las marchosas del lote y aunque apreciables, no les alcanza para remontar nada plenamente. Y de las otras rescataría muy claramente "The funeral party" y "The drowning man" como lo mejor del trabajo... Dos buenas piezas clásicas pero, dígase todo, muy ampliamente superadas en este tipo de registros por la formación (antes y después). Para rematar podría ser ventajista señalando todos los problemas que acontecieron en la grabación (con Robert grabando y regrabando temas por no dar el nivel o, también, componiendo a salto mata por falta de material); pero prefiero reincidir que, aún sin tener ningún problema (todo lo contrario en verdad) con la vertiente trágica, oscura o incluso grandilocuente a veces -y etcétera- de la formación, "Faith" se me atraviesa siempre un algo de más por lo innegablemente monótono. Que no es lo mismo que triste, ojo atención... Si algo genera tristeza o soledad (o lo que prefieran) pues algo és en definitiva. La nada en nada se queda, y esto -"Faith"- se (me) acerca a ello demasiadas veces.
12. Wild Mood Swings (1996)... Qué no está tan mal. Narices, incluso. Y lo señalo ello porque suele figurar, comúnmente, como su peor disco en todo listado se cruce. Puede que "Mint car", sin tener nada malo, no sea uno de sus supersingles más abrazados, o también que su falta de memorabilidad general le vaya a la contra, ok. Pero al final sí consigue (al menos para servidor) hacerse un hueco interesante dentro de la vertiente más luminosa de la formación... No lo veo ni percibo tan distante en intenciones al estreno, "The top", "4:13 dream" o "Kiss me..."... Discos con mayor o menor acepción de crítica y público, dentro de su opus, pero que juegan claramente al "vamos a meter de todo en el saco y que sea lo que tenga que ser". Sin más. Pasa que la producción (o sobreproducción, si prefieren) tan típicamente noventera se deja notar y, al final del día, aquí no hay ninguna "Just like heaven". Ese sería su mayor y único pecado. Bueno, eso y que a pesar de los cuatro años transcurridos no dejaba de ser la (entonces) tan ansiada continuación de los superhits sitos en "Wish"... Pero, con todo y entre otras, "The 13th" o "Club America" tienen su gracia y, sobretodo, ese rush final ("Trap","Treasure","Bare") no merece el ignore generalizado asociado siempre, y de forma bien injusta a mi humilde parecer, a este disco. Amantes de su vertiente goth, de los que sólo quieren llorar en la tormenta mientras se quejan de que Gallup no use un bajo de setenta y cuatro cuerdas en vez de uno de doce, alejarse, si... Pero a tod@s l@s demás les confirmo sin dobleces, y de ser necesario, que no es ninguna mala idea recuperarlo de vez en cuando.
11. 4:13 Dream (2008). Su último editado todavía en el momento de escribir estas líneas (ya se harán los updates correspondientes de proceder y ser posible)... Y al que le cayeron hostias de todos lados. Cuánta ingratitud y tocacojones que asola este mundo. No se le perdonó a Robert este nuevo intento de contentar a cuanta más gente mejor de forma honesta y descubierta (cómo si supiera siquiera que existe algo llamado "fan service" nuestro despeinado protagonista -y de saberlo cuesta imaginarme a alguien a quien se la pueda traer más floja-). Y, precisamente atendiendo a ese paréntesis, no descartemos ahora que asome algún podcaster o youtuber enterao diciendo que eso es precisamente "fan service"... No hijitos,no. Eso hubiera pasado por meter 12 "fridays" en el disco o, al contrario, intentar forzar porqué sí un "Pornography 2" a la salud de la fanaticada más provecta. Lo que ofrece este disco es un sincero proceder, que pasa por tratar de compilar las distintas opciones que la banda ha ido sumando (algunos malvados dirán "restando"...pero que les den, está claro) durante el transcurrir de su larga trayectoria. Y por supuesto que queda bien lejos de ser un disco perfecto (por eso está en la antepenúltima posición aquí y sin ir más lejos) y/o, es más, tiene algún que otro tema que parece a medio digerir o incluso insuficiente (a colación y sin querer hacer demasiada sangre, póngamos que no creo que ponga jamás "Freakshow", "The real Snow White"y "Sleep when i'm dead" en ninguna playlist). Pero, ¿acaso la inicial "Underneath the stars" desentonaría en "Disintegration" o "Bloodflowers"?. El final con "The scream" y "It's over" tampoco me parece nada mal y, por el resto, son canciones que muestran sin complejo su vertiente más accesible e inmediata (con mayor o menor fortuna según casos y pareceres). Para rematar del todo, está además esta tan cruelmente breve (puto Smith) "Sirensong", que podría pasar por una de sus más bonitas melodías de siempre (directamente). No, "4:13 Dream"no es un mal disco. Es un disco puntualmente deslavazado e irregular, pero apreciable al generalizar y al que se le dio por todos lados por prejuicios y expectativas concretas de gentes que,en resumen, no entenderán nunca que los discos/películas/libros (etc) no se hacen en exclusiva para ell@s.
10. Three Imaginary Boys (1979). El estreno oficial. Aunque para los yanquis se apañara, unos meses más tarde y con algún que otro cambio notable, el no menos popular "Boys don't cry". Aquí se adivina parcialmente y (muy) en el fondo parte de lo que vendrá, si, pero básicamente estamos ante el disco new wave de los Cure por mucha máscara post-punk asome en "las sagradas escrituras", nadie se engañe (no es muy distinto lo aquí ubicable a sonidos asociados a parte de la realeza newaver de aquellos tiempos: Talking Heads, Costello & The Attractions o, entre bastantes otros, hasta los propios Police). Una magnífica colección de vivarachos temas breves que, póngamonos rijosos que es gratis y de vez en cuando tampoco duele tanto, "reflejan perfectamente el espíritu de su época". Sin más. Apenas 30' de jerigonza pop pseudo-caribeña, más cercana a un disco de los Vapors (por ej.) que a lo que será la siguiente parada de su camino, y que,por supuesto, se pasa en medio suspiro. Ah, y especial atención al cover de Hendrix, que tiene su coña y hay que tener una jeta importante. Juventud, ...
09. Kiss me, Kiss me, Kiss me (1987). Aquí ya plegaron velas del todo sus seguidores más dark. Si bien los momentos más recogidos de "The head on the door" lograron una ligera (aunque tensa) tregua desde los lovecats y el claro viraje pop sito en "The top", algo como "Why can't i be you?" (con videoclip inclusive y todo) fue más allá de todo lo razonable desde su perspectiva. Con "Kiss me" ya nos enfrentamos a una explosión pop-rock completamente desenfadada, por lo menos en tono y forma, y a su vez con los primeros destellos del tremendismo que veremos estallar de pleno para el siguiente disco ("The snakepit", "If only tonight we could sleep"o "One more time", por ejs, son claros brotes verdes de la desintegración que vendrá). Otro tema bastante popular es el homónimo del elepé, con marchamo similar al trompetero (y "discordiante") single ya mentado, aunque no tan popular como "Catch" o como, faltaría, la gema más brillante del ramillete: la eterna "Just like heaven", inamovible en todo ranking de mejores piezas de la formación que se precie un mínimo. Ya más particularmente, admito mi querencia por la saltarina "The perfect girl" y, muy especialmente, por la postrera "Fight".Temazo que me pasaría sin dificultades por la predilecta del lote de no existir lo del "Show me, show me, show me how you do that trick..." de marras. Y, si me permiten y por si algún amigo de la casa se lo pregunta, por aquello de tener mi banda predilecta de siempre (Dinosaur Jr) un cover bastante popular de "Just like heaven"...El original de Smith y cia. Siempre y de calle, mal que me pese.
08. Wish (1992). Si bien el disco más vendido de siempre de The Cure es claramente "Disintegration", el más popular, por mucho que agobie a los deep fans y a nivel global (por aquello de mantenerse en los tops varios durante más tiempo), resulta el que ahora nos ocupa. "Friday i'm in love", "High" y -en menor medida- "A letter to Elise" mediante, por supuesto. Lo cual supuso una gran jugada, sobretodo visto hoy tan a posteriori. La personalidad (y verdadero punto de interés para quien suscribe) de "wish", ni qué decir, estriba precisamente en casi todo lo demás que ofrece... "Open", "Apart", "Cut", "To wish impossible things", "End", "Trust", "From the edge..."; continuaciones obvias y directas de la grandilocuencia tan bien entendida del disco que precedía. Pero el concurso de esos singles, y con el soporte de "Wendy time" (que no está mal) y "Doing the unstuck" (que está de puta madre) en lo que a inmediateces supone, hacían más llevadero -y vendible- un "todo" que de otra forma, y más que probablemente, se hubiera metido toda una señora hostia en caja (maxime al comparar con las "Picture of you" y cia de donde venían). Y todo ello sin perder de vista que, hostias, quizá Elise flojée un poco más, de acuerdo, pero el otro par son tremendas e invencibles por ultrasobadas resulten a quien fuere. Un nadar y guardar la ropa perfectamente medido este "Wish" al fin que, aunque no ayudó un ápice a recuperar a sus fans más oscuros (justo lo contrario), sí logró satisfacer a los fieles en curso mientras se las apañaba para lograr nuevos adeptos a la causa. Muy buen trabajo, en síntesis, y qué además supuso la cúspide en popularidad y aceptación de la banda... Aunque desde ahí "pa bajo" en sendos preceptos, eso sí. Por suerte, en lo que a simple y llana calidad pertoca -y siempre desde un prisma personal, faltaría-, todavía lo iban a superar un par de veces al menos.
07. The Top (1984). Muy fan siempre de este. Por lo que ofrece y por lo que supone, además. Supongo que a estas alturas de la comedia quedó ya diáfano que no siento mucha simpatía por esa opinión recurrente, cerril y cebolleta, de algun@s consistente en que los Cure buenos de verdad, "los que valen", son sólo los de la sacrosanta trilogía oscura (17-Faith-Pornography)... Bien, pues The Top, de la mano con el también tremendo y famoso Ep "Japanese whispers", supone un darle de pleno en el hocico y con el periódico enrollado a esos talibanes varios de la autenticidad suprema... "Oh, ¿ya no podéis ir de intensos y profundos por la vida diciendo que somos "vuestra banda"?...Pues a joderse tocan, mira". Fantástico. The Top (como JW) fue un ponerse la tele a color de golpe que escoció (y escuece aún hoy) a muchas personas. Y ojo, ruego atención, que de la mentada trilogía hay un par en mi top-5 particular, no mezclemos las cosas de más. Pero ese desprecio por la obra posterior y que deriva directamente de la explicada cerrazón porparte de algun@s siempre me ha resultado algo harto antipático (y de un cuñao del caerse de culo, ya puestos). Tenemos temas en este disco que por si solos lo convierten en recomendable sin más ("Give me it", "Shake dog shake", "Dressing up" -magnifica su versión del directo de París- o, faltaría, "The caterpillar"). Pero es el tono general festivo, ex profesamente colorido (ya desde su misma portada), en contraste con lo que precedía lo que le hace tan especial... Joder, "Bananafishbones" hasta parece sacada directamente del soundtrack de un capítulo de Scobby Doo. Y no todo va a ser la algarabía en sesión continua, está claro. Qué son quienes son y es quien es, queramos o no. Robert al final entona como siempre y, en definitiva, ahí están "Wailing wall", "The empty world" y el tema titular de cierre, para que quien lo halle oportuno se pueda regodear en la agonía un buen rato. Sólo es que ahora hay "más cosas". Y por mucho que molestara y/o moleste a alguien, esa implementación también son The Cure. Unos The Cure a veces mejores y más completos, ya puestos.
06. Bloodflowers (2000). Tocando ya casi el top-5 que encontramos este infravaloradísimo trabajo con el que nuestros protas de hoy despedían el anterior milenio. Cuatro años después del soleado (siempre a su manera, ni qué decir), y bastante mal recibido, "Wild mood swings" se tomaba Robert su particular "venganza". "Bloodflowers" es un disco mucho más denso, desolado y sentido (y también mejor, dígase todo) que su predecesor . Con sólo uno de sus nueve temas por debajo de los 5' y hasta el punto que vino a completar, junto a los ya a esas alturas legendarios "Pornography" y "Disintegration", lo que se conoce como "la trilogía de Robert Smith". Es también, por supuesto, su mejor disco en más de una década. Bastante guitarrero a veces y no muy dado a la cucamona, además. Aquí sí encontramos música incompasiva, adusta y hasta hiriente por todos lados. Disco ideal para escuchar a toda leche en un faro abandonado en día de tormenta y, por supuesto, que de ahí surja el peor (o mejor, según se mire) de los supervillanos. Y no todo es tan bruto como los once minutos de "Watching me fall", faltaría, pero un trabajo en que el "momento más amable" reside en "Maybe someday" (magnífica también y lo más parecido a un hit radiable al uso de la colección) ya lo dice todo. Y devoción total por el tema titular,"Out of this world" o "The last day of summer" pero, al final y sin duda, nos encontramos ante unos de los discos más y mejor cohesionados en sentido e intención de Smith. Con poco parecido, tirando a nada, de lo que en su día se llevaba, "Bloodflowers" ha quedado injustamente relegado a aquello del "obra menor pero apreciable". Y esto, por resumir y que se lo aseguro a tod@s, no está nada bien.
05. Seventeen Seconds (1980). Ya con el enorme Gallup a bordo y para este segundo trabajo que es cuando The Cure se encuentran a si mismos. Después, tras el más sobrevalorado (y ya anteriormente abordado en este listado) de sus discos por parte de no pocos de sus fanses, llegaría su primera masterpiece incuestionable. Pero atención, que es en 17" donde se halla, de forma precisa y harto evidente, el gran salto de calidad (e identidad) de la banda. "Play for today", "M", "A forest", "Secrets", "In your house" y "At night", son un ramillete incontestable. Punto y a qué más. Y puede que no se acabe aquí de alcanzar el poderío, el sopapo sónico, que vendrá dos discos después, si, pero supera por mucho al ladrillo que le sucede, lo mismo que al collage pizpireto (pero inocuo al comparar) del estreno. No veo a qué alargar en este caso... Todo lo más, y en exclusiva para aquell@s que quieran enfrentarse de primeras y ya en serio (más allá de los hits) al opus de la banda, explicarles que 17" es en realidad un disco bastante amigable y bien ameno de escuchar. Que a nadie arredre su militancia en la llamada "trilogía siniestra". Eso son movidas de periodistos musicales y buenas gentes que les iteran cual cotorras desde el año la alpargata. De los gordos suyos y sin más.
04. The Cure (2004). No sé si me van a faltar más poner el último el que pongo o por poner éste tan arriba... Lo que me parece fantástico, ni qué decir. The Cure, el disco, otra obra bastante vilipendiada y/o despreciada, que recoge el legado de "Bloodflowers"y, manteniendo ese tono áspero y directo, añade hits potenciales o/y de facto ("The end of the world", "Taking off", "Alt.end")... entre algunas otras cosas. El descenso infernal de la brutal "Us or them", la tragedia casi implorada de "Lost" o, atención, el maravilloso melodrama "Before three" (una de mis canciones favoritas suyas de siempre -y nivel top5 o así que les vengo a referir, ojo-). Del resto ninguna resta y, ya puestos, destacaría en ciernes la tan adusta "Labyrinth" o el despiporre final con la docena de minutos de "The promise", sin olvidar el acostumbrado y tan bonito bonus de "Going nowhere". Con todo, no debe descuidarse nadie de admirar la variedad, y sin perder "identidad de disco", que se mantiene durante todo el trayecto. Me sucede con este disco lo mismo que con el último que hicieran Sonic Youth en 2009, antes de disolverse definitivamente; una mezcla de rabia e impotencia que deviene de lo injusto que resulta ver y escuchar algo tan tremendo y notable cruelmente ignorado -o estúpidamente relativizado- por no casar, por no ir de la mano, con los tiempos y tendencias de la mierda que les tocó. Puedo entender, aunque lo comparta más bien poco, el trato que mayormente se endilga a "Wild mood swings" o "4:13 dream", pero que "Bloodflowers" y éste, sobretodo éste, el homónimo, no formen parte de "la realeza" de discos de la formación es algo que, en resumen, me toca un tanto las narices, mira.
03. "Disintegration" (1989). Bueno, aquí si que no hay mucho, tirando a nada, por explicar. Un platino múltiple que pasa por ser la portada más famosa de la formación y el disco que tiene en la estantería hasta la tía Engracia. Uno de los mayores ejemplos de bien entendida grandilocuencia, que no vacua solemnidad, encontrables en la historia del medio y el álbum al que, en definitiva, deben gran parte de su estatus e independencia en la industria rockera. Y, ojo, aunque el vinilo luzca mucho, se recomienda para la ocasión agenciarse igualmente el cedé para no perdernos "Last dance" y "Homesick". Que aunque, faltaría, "Pictures of you" es "la canción", sin más, la cosa tampoco se detiene ahí ni mucho menos. Ni en "Lovesong" o "Lullaby" tampoco. Estamos en el top-3 de The Cure, en definitiva, y aunque ya apunté antes que para servidor a estos un disco realmente malo no se lo encuentras, la cosa aquí es ya tan obvia y está tan sobada que no hay porque darle vuelta alguna de más. Un disco que hay que tener hasta en chapa, está claro.
02. Pornography (1982). "Pero qué desfachatez es esta... Si "Faith" y este van de la mano y el otro lo has puesto el último de todos"... Veamos, por partes. Mi respuesta, comedida y con el acostumbrado decoro que me caracteriza, a esa afirmación es y será siempre y sin dudar: "y unos cojones que van a ir de la mano también". Me importa bien poco lo que manifieste la prensa musical toda y el ingente de fanses viejunos para la ocasión: "Faith" es un coñazo en el que apenas ocurre nada y "Pornography" me parece una masterpiece indebatible, amén de la cristalización de una idea y un sonido que, AHORA SÍ, se nutre además de CANCIONES de las que puntúan y golpean con verdadera enjundia. "Pornography" tiene una urgencia, un nervio latente y continuo que alcanza un nivel cuya única salida es, y fue para la banda, dar un brusco volantazo hacia otra dirección, pues en esta... ¿a dónde narices podían ir ya?. Es un disco que te agarra, que genera inquietud y no te suelta. Un salto de gigante sobre el gran paso diferencial ya apuntalado en "Seventeen seconds". Por tener hasta tiene una de mis canciones (mía y de mucha gente sospecho) favoritas suyas: la enormérrima "A strange day". Pero, yendo más allá, todo está bien aquí. Cuando levantan pie para algo como "Siamese twins" saben intrigarte de verdad para ver a dónde nos lleva al final el folletín (volvemos a esa latencia continua, que aquí no se limita a lo expositivo de presentar "un sonido tipo" y tirar millas). Es también el álbum donde muchos nos hicimos fans ya para siempre de Simon Gallup y donde Robert aprende ya a dibujar variaciones de guitarra -sobre ese tan icónico y diferenciable bajo- de las que duelen de verdad (busquen, busquen algo como "The figurehead" o "A strange..." en Faith, que aquí les espero). Poderoso el arranque con "One hundred years", ni qué decir, y para "Cold", por ejemplo, parece que tenga aparecer Vincent Price en algún momento para asustarnos o hacernos alguna putada...Todo sugiere y suma en este disco, al fin. Dejarse de repetir como loros lo de "trilogías" y milongas mil. "Pornography" es "Pornography", sin necesitar verse incluido en nada más y un trabajo imprescindible. Sin más y con perdón por la obviedad.
01.The Head on the Door (1985). Veamos, incluir "Push", "In between days" y "Close to me" en un mismo disco, no es hacer trampas... Si la cosa fue, y va, así qué se la va a hacer. Pero atenciones, que lo demás tampoco quedaría para echarlo al caldo. "Sinking" se adelanta varios años al sinfonismo de"Disintegration"; "A night like this" es otro hit-single potencial de esos que no fue (y aunque se entienda por lo explicado en la primera frase del párrafo -que al final tampoco pueden haber más singles que canciones tiene el disco-)... Y cuarto y mitad de lo mismo para estos "The baby screams", si; "Blood" y "Kyoto song" tienen apuestas tan personales como resultonas y, por su parte, "Six different ways" es el pop más alegre de lo que son capaces... Quizá, todo lo más, pueda descolocar un algo -la "david byrnera"- "Screw"... Pero también funciona al fin, qué narices. Y ya estaríamos por hoy."The head on the door" no sólo me parece el eterno lugar ideal para empezar a zambullirse quien fuere en la obra de Robert Smith y cia, también me sigue resultando (muy marcadamente además) el más atractivo y adictivo de sus trabajos. Fin... O no. Que a lo mejor algún día Don Robert nos sorprende y se digna a lanzar los treinta y siete discos que dice que tiene grabados.